16 jun 2010

"Un poco de humor"

LÓGICA:
Un niño fue golpeado por la vecina y la madre furiosa fue a pedirle explicaciones:



- Por qué le pegó a mi hijo?

- Por maleducado, me llamó gorda.

- Y cree que pegándole va a adelgazar?


EN UNA OFICINA ÁRABE:



- Nombre?

- Abu Abdalah Sarafi

- Sexo?

- ¡4 veces por semana!

- No, no, no! - ¿hombre o mujer?

- Hombre, mujer...y algunas veces camello...

EMERGENCIA:



El electricista va a la sala de Unidad de Tratamientos Intensivos de un hospital, mira a los pacientes conectados a diversos tipos de aparatos y les dice:

- Respiren profundo: -¡voy a cambiar un fusible!



CONFESIÓN:



El condenado a muerte espera la hora de ejecución, cuando llega el padre:

- Hijo, traigo la palabra de Dios para ti.

- Pierde el tiempo padre. Dentro de poco voy a hablar con el personalmente. ¿Algún encargo?





VELORIO:



El hombre acaba de morir.

El cura en la ceremonia se extiende con los elogios:

- El finado era un buen marido, excelente cristiano, un padre ejemplar!!...

La viuda se vuelve hacia uno de sus hijos y le dice al oído:

- Anda a la caja y mira si es tu papá el que está adentro.








13 jun 2010

Dinosaurios en Patagonia

Hace unos años, paleontólogos encontraron en la Patagonia Argentina (Neuquén), fósiles de un dinosaurio carnívoro con similitudes a un pájaro.

Fósiles de esta especie nunca había sido encontrada en Sudamérica.

Si en Norteamérica y Asia.


Patagonia: Tierra de dinosaurios

Cuna del más grande de los dinosaurios hallado hasta el momento, la profunda Patagonia Argentina es un lugar ideal para acercarse a los secretos de los orígenes de la vida en el planeta. Restos fósiles y museos temáticos de relevancia internacional, permiten acercarse a la apasionante historia de las distintas eras de la Tierra. Expertos guías enriquecen la visita a los distintos yacimientos paleontológicos
Cuna del más grande de los dinosaurios hallado hasta el momento, la profunda Patagonia Argentina es un lugar ideal para acercarse a los secretos de los orígenes de la vida en el planeta. Restos fósiles y museos temáticos de relevancia internacional, permiten acercarse a la apasionante historia de las distintas eras de la Tierra. Expertos guías enriquecen la visita a los distintos yacimientos paleontológicos.
La inquietante y enigmática estepa patagónica atesora vestigios que datan de millones de años. Descubrirlos es una experiencia fascinante

Neuquén

A la vanguardia en la extracción y estudio de fósiles -especialmente vertebrados terrestres e invertebrados marinos- Neuquén invita a internarse en el mundo de estos gigantes patagónicos. El Centro Paleontológico Lago Barreales, los museos de Villa El Chocón, Plaza Huincul y Rincón de los Sauces exhiben increíbles hallazgos que sorprenden a cada visitante. El dinosaurio carnívoro más grande del mundo hallado hasta el momento y un herbívoro de gigantescas dimensiones, huellas petrificadas y huevos de dinosaurios en sus nidos, constituyen fenómenos únicos que caracterizan la Estepa de los Dinosaurios en Neuquén.

Río Negro

Desde Cipolletti se puede acceder al Parque Cretácico donde se exhiben restos fósiles y huellas petrificadas de animales prehistóricos. “El Anfiteatro” muestra las distintas capas geológicas, de 100 a 60 millones de años de antigüedad, y fósiles de dinosaurios que datan de 100 millones de años. Especies marinas de 75 millones de años de antigüedad, como los restos de plesiosaurios y de mosasaurios fueron hallados en el Bajo de Santa Rosa, a 150 km. de la localidad de Lamarque. La provincia también invita a visitar interesantes museos: el Museo Provincial "Carlos Ameghino" en Cipolletti, el Museo Municipal Lamarque y el Museo Municipal Luis Beltrán.


Chubut

En la ciudad de Trelew junto al Parque Paleontológico Bryn Gwyn, se encuentra el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) -uno de los museos más importantes de toda Sudamérica en su especialidad. El MEF posee una importante muestra que se enriquece con programas educativos para aficionados a la paleontología y ciencias naturales de todo el mundo. Los programas dedicados a los más chicos, les permiten jugar y aprender en sus salas y laboratorios. Por su parte, el Bosque Petrificado de Sarmiento, con troncos de árboles milenarios que han sido testigos de la prehistoria; y el Valle de los Gigantes, con la representación en vida de importantes dinosaurios, conforman un paisaje que no puede dejar de conocer.



Fuente: Ente Patagonia Turística

http://www.patagoniaturistica.org.ar



Sobre el Ente Patagonia Turística

El Ente Regional Oficial de Turismo “Patagonia Turística” está integrado por los Organismos Oficiales de Turismo de las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.


11 jun 2010

"Patagonia:Tierra de dinosaurios"

Si pudiéramos dar un gigantesco salto atrás en el tiempo y aterrizar en mitad de lo que fue el paisaje patagónico hace millones de años, descubriríamos cosas sorprendentes y que no estábamos solos.
Lo que es hoy casi un desierto cubierto por estepas, cerros y cañadones, lucía en esos tiempos inmemoriales una lujuriosa vegetación: helechos gigantescos, altas araucarias y cicadales cubrían un territorio que era azotado por incesantes lluvias, que formaban pantanos y charcas. Ese era el paisaje patagónico de los dinosaurios. Es que en esos tiempos arcaicos, hace cientos de millones de años, la Patagonia era un territorio cálido y la que actualmente llamamos Antártida, estaba cubierta por espesos bosques. Durante aproximadamente 160 millones de años, dinosaurios de todo tipo y tamaño habitaron ese territorio y llegaron a ser el grupo de animales dominantes durante casi toda la era Mesozoica (especialmente durante el período Triásico superior, el Jurásico y el Cretácico). Pero, durante el Triásico, cuando los dinosaurios todavía no poblaban masivamente estas tierras, existían numerosas especies de animales de gran tamaño como los anfibios laberindontes. Estos antiguos antepasados de los reptiles y mamíferos, que merodeaban por los pantanos, riachos y lagunas junto a grandes sapos y cocodrilos primitivos y macizos rincosaurios. Mientras que en la tierra proliferaban los antepasados de los dinosaurios, los tecodontes, unos pequeños reptiles con los dientes afilados y cuerpo semejante al de un lagarto, que caminaban sobre sus patas traseras, utilizando su larga cola para mantener el equilibrio. En esos paisajes, dominaban las araucarias, formando grandes bosques elevados, rodeados por espesuras de equicetos y helechos.
El territorio de lo que es hoy Argentina, formaban parte durante el Triásico del llamado supercontinente Gondwana, que ya se había separado de la gran masa del continente primigenio o Pangea.

"Un árbol"


Un árbol se eleva
hasta el extremo de los cielos
que lo cobijan.
Golpea con dispersa voz.
El árbol contra el cielo, contra el árbol.
Es la lluvia encerrada en tan poco espacio.
Golpea con las ramas la voz del dolor.
No hagas tal fuerza porque te oigan,
yo te cedo mis dedos, mis ramas.
Así podrás raspar, arañar, gritar,
Y no solamente llorar.

Emilio Westphalen

10 jun 2010

"Patagonia Incierta", de Roberto Hilson Foot

Hay atronadores silencios en tu historia,

forzados vacios en tus campos esteparios,

ausencias fraudulentas en los cañadones

de letanías insondables.



Tantos nombres en los palimpsestos

tantos hombres extraviados

allí donde mienten

el vacio y la ausencia.



Que los temporales no silencien

en la tierra acústica de espacios inciertos

aquellos relatos que han perdurado

aunque de a poco hayan querido matarlos.



He buscado por caminos olvidados

sobre tierras de salobre aridez

donde se han ido extraviando mis huellas

algún sentido en la sangre.



¿Quién ha arrasado tu memoria?

¿Dónde han escondido tus secretos?

Sabido es que nos mienten los olvidos

de aquellos cómplices de tu historia.







Si acaso piensas en mí, te cantaré cuando el anochecer lluvioso..., Rabindranath Tagore

Si acaso piensas en mí, te cantaré cuando el anochecer lluvioso

suelta sus sombras por el río, arrastrando, lento, su luz vaga hacia el ocaso;

cuando lo que queda del día es ya demasiado poco para trabajar o jugar.

Te sentarás sola en el balcón que da al Sur, y yo me pondré a cantarte

en el cuarto oscuro. El olor de las hojas mojadas entrará por la ventana,

en el crepúsculo creciente, y los vientos tormentosos

clamorearán en los cocoteros.

Traerán la lámpara encendida al cuarto, y entonces me iré yo. Y tú, quizá, entonces, escucharás la noche,

y oirás mi canción cuando esté yo callado.

5 jun 2010

"El amanecer", leyenda patagónica



El cielo del amanecer no tenía color, era simplemente blanco lechoso, pero una noche, ya cercano al amanecer el gigante Noshtex (Gigante perverso, Padre de Elal), asesinó a la nube que tenía prisionera y arrojó su cuerpo ensangrentado al espacio para no ser descubierto. Sin embargo la sangre que manaba abundante, salpicó al firmamento y chorreó largamente. Cuando comenzó a salir el sol, iluminó la trágica escena y, asombrados, los indios vieron enrojecerse más y más el cielo; por la tarde se repitió la escena y así día tras día hasta el infinito del tiempo. Los patagónicos suelen mirar extasiados los amaneceres y las puestas del sol recordando, en el silencio de las inmensidades, el origen de los cielos más lindos de la tierra.

4 jun 2010

Patagonia argentina

3 jun 2010

"Con la cara al viento", Rayzel

Allí estás otra vez

Con el cabello desordenado,

Con el polvo en los ojos

Sintiendo las caricias del viento

Es arrebatador, juguetón

Toca tus piernas

Levanta tu falda

Y deja ver tus glúteos.

Te sonrojas,

y sonríes un momento

Por la ocurrencia y la picardía

Que dura sólo un momento.

Te envuelves en tu abrigo,

Ya precavida

Y continúas tu marcha.

Rayzel

"Viaje hacia lo desconocido". En"Los ojos verdes del invierno", de Rayzel


De naturaleza curiosa e intrépida, muy audaz en mi juventud, con amor a la aventura, y por cierto, nada me producía miedo entonces. Un día decidí partir, acababa de obtener el título de profesora para la enseñanza primaria, es decir, me sentía preparada para comenzar a independizarme y trabajar en algún lugar del mundo, cualquiera me daba igual. Lo importante era salir de donde estaba, y recorrer otros sitios que albergarían los sueños de una joven docente, entusiasta y valiente.
Sólo preparé mi equipaje, simple, liviano y me dirigí a la terminal de colectivos de la ciudad. Ya no había más opciones ni tiempo para cambiar de idea, pues ya tenía mi pasaje comprado y la decisión firme de viajar hacia el sur de la Argentina. No conocía las provincias del sur de mi país, solamente en postales o algunas fotos, que lograron atraparme por la belleza de los paisajes. Tampoco tenía gente conocida. Es decir, estaría sola frente a un mundo desconocido, pero estaba llena de expectativas y de miles de proyectos. Quería fundamentalmente, aplicar mis conocimientos para desarrollarme como una buena profesional en el aula. Sentía en ese momento que tenía tanto para dar, tanto para compartir y tanto para ser yo misma en un espacio que tal vez me agradaría o no, pero que me daría la oportunidad de comenzar a brindarme a los demás desde el lugar que elegí.
El colectivo estaba por salir, me despedí de mi madre y observé sus ojos llenos de lágrimas, y confieso que a mí también se me escaparon algunas, pero era el momento de mostrarme fuerte y decidida, y al fin, contenta por comenzar a vivir una aventura que jamás olvidaría, en ese instante recordé una frase que alguna vez leí,…”Habrá quienes volarán con Juan Salvador Gaviota por lugares de encanto y aventura, y gozarán como él de una luminosa libertad. Para unos y otros será una experiencia que jamás olvidarán”… Richard Bach
Los primeros kilómetros recorridos me trajeron algo de nostalgias, recuerdos de amigos que tal vez los vería mucho tiempo después o quizá no los volvería a ver, y también pensé que conocería otra gente, colegas, otros amigos… eso trajo alivio a mi corazón y en verdad me alegré al pensar en todas las experiencias nuevas que viviría, y ciertamente, jamás sentí miedo de lo que vendría o de lo que tendría que enfrentar.
A medida que avanzábamos, yo miraba curiosa a través de la ventanilla, sobre todo los nuevos lugares, ciudades como todas pero diferentes a la vez, por la disposición de sus calles, el paisaje, otra flora. Me parecía increíble ver cómo cambiaba el color de la tierra y el tipo de vegetación, a medida que me alejaba de mi terruño. La zona cercana a Río Negro ya iba mostrando la estepa, alternada con hermosos valles y zona de frutales, manzanas principalmente. Al cruzar el Río Colorado , ya nos encontrábamos en la región patagónica propiamente dicha, la Patagonia comenzaba a mostrarse en todo su esplendor, con su vegetación achaparrada, arbustos bajos y esparcidos, que dejan bastante suelo libre entre uno y otro, matas y matas a lo largo del camino, que en algún momento se me ocurrió infinito.
Para llegar de un lugar a otro había que recorrer muchos kilómetros, se notaba que a medida que avanzábamos al sur, las distancias eran más grandes entre una y otra población. De pronto, quedé maravillada de ver a un grupo de guanacos y más adelante unos choiques corriendo como locos por las pampas, y de trecho en trecho por la carretera se veían aplastados por las llantas de los vehículos algunas liebres o piches.
¿Hacia dónde voy?... me dije a mi misma, mientras observaba ese paisaje desconocido: aridez, vientos secos que soplan con intensidad, bajas temperaturas, polvo flotando en el ambiente.
Sentía algo de incertidumbre, sabía que es natural ante lo nuevo, pero no sentía miedo, sino más bien curiosidad. Estaba ya tan lejos, miles de kilómetros hacia el sur del país, hacia lo inimaginable e ignoto.
Continuaba mirando por la ventanilla del colectivo, tratando de imaginarme a mí misma dentro de esos lugares inhóspitos.
Más aún, no terminaba de llenarme de asombro, cuando llegamos a la ciudad de Puerto Madryn , la que me pareció bellísima, sobre todo porque era la primera vez que veía el mar, el mar infinito, bello, imponente y misterioso. Al descender unos minutos allí, respiré profundo, agradeciendo a Dios por lo que me estaba permitiendo conocer y experimentar tantas y tantas sensaciones nuevas.
El destino final era la ciudad de Comodoro Rivadavia . Estaba oscureciendo y entre las sombras de la noche que se aproximaban, se empezaron a distinguir las luces de la urbe. Curioso lugar, linda ciudad flanqueada por el cerro Chenque , discontinua, “colgada” de las laderas de los cerros, con barrios dispersos, enclavados en el fondo de los cañadones o contorneando la costa. Al llegar se sentía correr el viento, parecían lejanos silbidos que provocaban las ráfagas muy intensas por momentos.
Debía quedarme un par de días allí para realizar los trámites correspondientes a mi ubicación, en algún lugar para trabajar. Aproveché ese corto tiempo para recorrer algunas calles, en ellas encontré lo característico de estas tierras: el viento. Me pareció profundamente juguetón al principio, pues se desplazaba entre mis piernas jugueteando con mi falda, o intentaba sacarme de las manos unos papeles que llevaba, me despeinaba, me acariciaba, intentaba retrasar mi paso, yo debía hacer más esfuerzo para avanzar. Me resultó gracioso ver algunos árboles cubiertos de bolsitas de polietileno, o de pronto ver pasar a gran velocidad un montón de bolsas, cajas y papeles llevadas por el viento. Y al tocar mi rostro descubrí que estaba cubierto de polvo, tenía el cabello desordenado, y a mis ojos los sentía irritados. Estaba entrando en contacto con cosas nuevas, con sensaciones nuevas, el viento patagónico, fiel a su tierra se estaba presentando, manifestándose, recibiéndome tal vez.
Fui designada para trabajar en Alto Río Senguerr , ese sería mi lugar… Ansiosa preparé mis cosas y emprendí el viaje hacia ese sitio, desconocido también, pero lleno de magia y de ilusiones. Allí conocería a mis primeros alumnos, y con ellos empezaría mi larga experiencia como docente.











"El Chaltén" o Fitz Roy...Leyenda.

El escudo de la Provincia de Santa Cruz no sólo es el emblema de lo más representativo de su suelo, sino que simboliza lo más preciado de las tradiciones aónikenk del pueblo Chónek.
Una de las pocas montañas a la que le conocemos el nombre impuesto por los primitivos habitantes, es el Chaltén, llamado Fitz Roy por el hombre blanco. Este nombre significa “Azulado” ya que es el tono de color con que se lo ve permanentemente. Cuando Elal (nombre propio del héroe de los Tsonekas) transportado por el cisne, llegó a la cúspide del Chaltén, pudo admirar desde allí la grandeza y hermosura de la tierra que sería en el futuro, su tierra.
Mientras Elal descendía por las empinadas barrancas, salieron a su encuentro dos terribles enemigos, Kokesne y Shie (Frío y Nieve) a los que derrotó el héroe golpeando dos pedernales que originaron el fuego. Tanto fue el estupor, que temiendo que Elal les enseñase la forma de hacer fuego a las aves y animales, se alejaron dejándolo descender del cerro.
El Chaltén, por haber sido el primer punto de contacto entre Elal y la Patagonia, es considerado sagrado.



Fuente: Libro Joiuen Tsoneka “Leyendas Tehuelches” de Mario Echeverría Baleta






"Leyenda del Amancay"

A las orillas de un correntoso río cordillerano, cuyo nacimiento estaba en un tranquilo lago encerrado entre montañas nevadas, vivía una tribu de indígenas mapuches. Quintral, hijo del cacique, era un apuesto joven al que le gustaba recorrer la orilla del río cazando y pescando; y así llegaba hasta el brillante espejo del lago.
Fue en uno de esos paseos que conoció a Amancay, una hermosa y sencilla muchacha, quien se enamoró de aquél joven apuesto y valiente. Pero esos sentimientos de mutua atracción se transformaron en amor irrealizable, puesto que una muchacha de origen humilde no podía pretender al hijo del cacique. De esta manera fue pasando el tiempo, hasta que un día llegó hasta ellos una epidemia que comenzó a diezmar la tribu, cayendo enfermo el joven indígena. Ante la imposibilidad de lograr su mejoría, y enterada Amancay, consultó a una Machi (curandera), quien le confió el secreto para obtener el remedio. El mismo consistía en una infusión preparada con una flor que crecía en las cumbres heladas.
A sabiendas del peligro que corría, pero impulsada por el amor hacia el joven, Amancay se lanzó a la temeraria empresa, logrando su fin. Ya en el descenso, feliz por haber logrado su cometido, al pie de una hermosa cascada, vio cernirse sobre ella la amenazante figura del cóndor, quien le exigió que abandonara la preciada flor. Ante la negativa de Amancay, propuso a ésta que le dejase en cambio su corazón, lo cuál aceptó la joven sin titubear. El rey de las alturas se alejó con el pequeño corazón entre sus garras, emprendiendo vuelo hacia su morada, tiñendo de gotas rojas su camino, con la sangre que manaba del corazón. Y en aquellos lugares regados y vivificados con la sangre de aquella indiecita, fue creciendo una preciosa flor de varios pétalos, bella como su origen, teñida con gotas rojas de la sangre que había sido derramada en ofrenda a aquel sentimiento, queriendo pregonar de esta manera, un mensaje de amor por todos los valles y montañas de la cordillera.










"Voces del Viento patagónico", César Sandoval (Fragmento)

Cruce a Tecka... Primeros Pinos... la frontera es un río... Los Altares... crepúsculo encendido de llamas... Cabo San Pablo... pan con queso en la 25... atardece en Trevelin... miles de cotorras vuelan en el desvío al lago de los pejerreyes...
Pampa de Agnia... vendaval sobre el Grande... el arroyo detrás de la ventana... la nave bordó asoma a la colina... hojas planean camino a La Hoya... casa de piedra y tejas francesas... desolación en Paso del Sapo... Tucu-Tucu... guanacos salen del monte... los guardianes de la Cruz del Sur... aquel cóndor sobre la comarca...
la máquina de escribir apoyada a la piedra del viento... pieza de cajones con memoria... Río Bote... pinchadura de motor en Las Chapas... ojos negros entre las araucarias... cuelgo de una raíz sobre el acantilado... tormenta en el cruce cordillerano... filamentos rojos entre el cielo... ruta de Comodoro a Caleta... lluvia de estrellas sobre Los Cipreses... fin del siglo dentro del abrigo de piedra... mano en las cuevas... polvo suspendido al camino... sendero de cabras... una luz allá arriba... aire oscuro que pasa...

Imponente

El Arca de los Vientos

Ensueño

SARMIENTO-Chubut : Bosque Petrificado

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